SEVILLA. GRACIA Y ESPERANZA REMEMORÓ SU CORONACIÓN
El día de la Hispanidad comenzó con una misa presidida por el arzobispo Asenjo en el interior de la parroquia. Por la tarde, a partir de las seis aproximadamente, salió el cortejo por la puerta principal del templo, en la plaza de Carmen Benítez, para transitar por Recaredo, San Alonso de Orozco junto al antiguo refectorio del convento de San Agustín, Úbeda, Juan de Vera y Padre Méndez Casariego. Allí visitó a las hermanas trinitarias y se despidieron las representaciones de las cofradías invitadas a participar en esta extraordinaria procesión que siguió recorriendo gran parte de su barrio situado entre la Puerta Osario y la de Carmona. A continuación, el paso de palio discurrió por calles como Gonzalo Bilbao, Lope de Vega, Luis Cadarso, Arroyo, Júpiter y Virgen de Gracia y Esperanza. El cortejo llegó a este punto del recorrido sobre las diez y media de la noche, donde los hermanos más jóvenes se habían encargado de decorar con guirnaldas esta vía donde se halla la casa hermandad y otros edificios antiguos que aún recuerdan al carácter popular de este rincón de la Ronda Histórica. Finalmente la Virgen de Gracia y Esperanza volvió a la plaza de Carmen Benítez para entrar en la parroquia algo pasadas las once de la noche tras haber transitado por varios lugares que no suele atravesar durante la estación de penitencia de la corporación. Hay que remontarse a la procesión extraordinaria por el centenario de la hermandad, celebrada en junio de 2002, hace veinte años, para recordar el transitar de la titular por estos puntos.
Recordar también, que esta salida extraordinaria de la Virgen de Gracia y Esperanza de la hermandad de San Roque se ha enmarcado dentro de los actos del 75 aniversario de la imposición litúrgica de la corona a la titular de la corporación del Domingo de Ramos por parte del cardenal Segura, así como del cuarto de siglo de la elevación de esta coronación a rango de diocesana por parte del cardenal Amigo Vallejo. Esta salida extraordinaria, a su vez, recorrió toda su feligresía llevando a la Virgen a los hogares de los hermanos y fieles impedidos, una importante obra de acción social que la hermandad lleva a cabo día a día visitando y cuidando a estas personas.
